y las calles como dunas
cuando aún te espero llegar
En un ataúd guardo tu tacto...
La chispa adecuada
Héroes del silencio
Moriré de pena cualquier tarde
dejando la casa recogida y el telón bajado
Vendrán a buscarme
en un carro de luz y oro mis ancestros
envueltos en guirnaldas de resplandeciente amanecer
para llevarme entre cánticos
al lugar donde no habré de sentir las ausencias
como puñales de fuego
ardiendo en mi corazón
Celebrad una fiesta cuando me haya ido
decid que era buena inventando cuentos
y que las lágrimas que ignorábais
siempre estuvieron de más
No habrá de importarme
Dicen que el cielo es en verdad un desierto
hecho de abismos donde se precipitan los sueños
en una caída sin fin
para aquellos que amamos con desmesura
con el acelerador apretado y las manos abiertas
y quisimos ver más allá del escenario
Quizá en el olvido esté la salvación
Brindad por mí en ese tiempo
con el ánimo resuelto y el honor intacto,
que el amor, las pieles, y las infinitas noches
con el guión en blanco
me los llevo yo
Moriré de pena cualquier tarde...
Imagen: O. REDON. Ofelia. 1900-05. Pastel sobre papel y cartón. Ya sabes, todo arde si le aplicas la chispa adecuada.