Los días de lluvia a veces traen recuerdos.
Recuerdos de campanas, cuando aún veía el Pilar, y era niña, y todo era nuevo, y contemplábamos la tormenta en la noche, sentados alrededor del balcón, proyectando nuevos futuros a golpe de truenos. Y el resplandor de los rayos, cuando iluminan la bóveda ausente, y se asoma ese enorme vacío que nos rodea, ese cielo prometido al que, de ser así, no estoy segura de querer ir.
Los días de lluvia me traen mis cuadros, y se monta una exposición. Y añoro hasta que duele cuando pintaba aprovechando la luz difuminada. Y cuando el olor de la tierra mojada, y del rosal del patio, allá por Soria, se mezclaba con el óleo y el disolvente, y yo creía morir de placer. Y escuchaba a Fito Páez, y cantaba con él, y aún no sabía que habría de quererte tanto, y daba una pincelada más. Después de la lluvia, un paseo, y creo que hubo días que me atreví a volar. Al menos, eso contaban.
Me trae tu voz al teléfono, cuando me llamabas desde la esquina porque te habías olvidado el paraguas. Y con la excusa de no mojarte, rondabas mi casa, y mi salón, mis faldas y mi pelo, indiferente, como si la lluvia no la hubieras provocado tú, mago del tiempo, para rozarme la piel una vez más. Me trae el recuerdo de un niño que juega con mis canicas, y con mis gatos, y que me abraza sin saber quien soy. Que me presta su sonrisa, y su futuro, y me devuelve un adolescente diez años después.
Los días de lluvias me traen las tardes de colas para ver el ciclo de cine francés. Y todo era fácil, aunque no lo era, porque éramos tan jóvenes, y nos creíamos invencibles por haber sobrevivido al dolor. Como si ya no fuera a volver. Nunca más. Y nos sentábamos muy juntos, y nos reíamos como si nos fueran a pagar. Y comíamos Toblerones, (¿recuerdas?) , y se nos derretía en la boca, y yo me manchaba la blusa, siempre tan torpe y no tú no podías dejar de reir. Y los paseos en coche, después, con el limpiaparabrisas entonando los secretos que no pudimos guardar. Dulce lluvia que nos recogía en dos asientos, del que sobraba uno, mientras hacíamos kilómetros y kilómetros huyendo de la ciudad. Me trae el silencio también, y tu respiración. El hambre que nos entraba, y lo tarde que se nos hacía, y la lluvia seguía cayendo, testigo intermitente de un reloj que no dejaba de avanzar.
Los días de lluvia, después de todo, a veces, me traen poemas, y un puchero de mi madre para cenar. Una luz en una vela, y un anhelo por cumplir. Tus pies descalzos en la arena, y los miles de pasos que nos quedan por dar. Me traen el futuro, el que ha de venir cuando el cielo se abra y escampe, y milagrosamente brille el sol. Y me siento a esperarle, y voy tejiendo mientras, entre mis manos, para que arrope mi pecho, una nueva ilusión.
Hoy llueve, pero no llegan los recuerdos. Los espero y los invoco, y un mal presentimiento me dice que no han de venir. Se acabó el consuelo entonces. Hay un vencejo que desde ayer golpea mi ventana, y un rayito de sol que no se puede asomar.
¿Se habrán terminado los sueños?
Quiero creer que no.
17 noviembre 2006
Llueve
Publicado por Paula a las 11:22 a. m.
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46 comentarios:
Por aquí llueve por dentro... a veces del gris tenue emergen colores... cierro los ojos y sueño... la lluvia despierta mi hambre por soñar... crear...
Precioso. Como de costumbre.
Y es que la lluvia tiene eso que nunca te deja indiferente. Salvo cuando te arropas de indiferencia y te quedas enbobao viendo como cae.
Saludos.
Dejé un atrapasueños en las escaleras que bajan desde la calle Asalto hasta el parque del antiguo canódromo y que alguien ha bautizado de Villafeliche.
Aprovecha esta tarde de viernes con sol, con mucho sol y baja a buscarlo. Allí están tus sueños.
¿Me los contarás?
PAULA ESCRIBIÓ:
"...y nos reíamos como si nos fueran a pagar."
Impagable frase.
Y no. No se han acabado los sueños. Te lo digo yo, que acabo de leer uno.
Te mando la lluvia de mi tierra, impregnada del aroma del café, para que recordemos juntas, que cada gota es una de nuestras letras.
Amo la lluvia como el otoño y tú ya escribiste por mi.
Lindo tu alfabeto.
Un abrazo fuerte...
Nunca Nunca .... los sueños no se terminan ..... lo que si se vive muy intesamente son los duelos y la partidas , pero nunca se van los sueños ...
" Toblerones" yo tambìen asocio estos manajares con un amor de antaño ....
Cariños
Qué bonito lo del cine francés, el Toblerone y el limpiaparabrisas... qué preciosos recuerdos!
Tal vez... los sueños no terminan
Solo cambian
Se tranforman junto con nosotros
Algunos... los seguimos abrazando, otros los soltamos ... lo dejamos ir.
Quedo profundamente conmovida con tus letras y la fecha y la lluvia
(hoy es mi cumpleaños... y siento el agua sobre mi)
Un beso humedo
Hermosas palabra Paula como siempre nos regalas y esa lluvia que te acompaña una y otra vez y sacan de ti el talento que tienes de la escritura.
Hermosas palabra Paula como siempre nos regalas y esa lluvia que te acompaña una y otra vez y sacan de ti el talento que tienes de la escritura.
Sí, Paula, hermosas palabras... dan ganas de acurrucarse viendo la lluvia, dejando que la melancolía entre a rotmo de goata a gota y que fluyan los poemas que llevas dentro.
Precioso escrito.
Emocionante Paula.
Nos hermana la lluvia y el mar.
Florecita, es cierto. La lluvia despierta el hambre de crear...
Mota, no deja indiferente la lluvia. Y más ahora, cuando escasea tanto
Javier, encontré el atrapasueños, aunque ya era noche cerrada. Bajé las escaleras, y allí estaba, custodiado por uno de los gatos que viven en la ribera. Tuve que darle una sardina para que me dejara cogerlo. Estaban casi todos mis sueños, lo malo es que, alguno, lo encontré roto. ¿que si te los contaré? Dalo por hecho.
Le mosquito, claro que no se acaban los sueños. El día que esto ocurra, el mundo dejará de girar sobre su eje. Ojalá no nos toque verlo...
Claricce, la mezcla del olor de tierra mojada por la lluvia y el café, sencillamente, para mi, es arrebatadora. Ya la huelo, ya...
Pacita, qué razón tienes, y no digo más que luego se sabe todo...
Pies diminutos, sí, son bellos recuerdos, de esos que te llevas puestos para el resto de la vida. El sabor del toblerone, siempre, siempre me trae esos dias a la memoria.
Virgen, te canto el cumpleaños feliz, y que cumplas muchos másssss
Ixchel, tienes razón, mira que me gusta la lluvia...
Gaia, acurrúcame, ni te imaginas lo que me hace falta. (Ahora, no creo que fluyan poemas...)
Gonzalo, también nos hermana la pasión por la palabra...
Gracias a todos por los comentarios
y por la visita
Siempre me han atrapado los días de lluvia y esa sensación de que las gotas que resbalaban por los cristales parecen escribir momentos que estaban casi olvidados.
No creo que se terminen los sueños; la gente que escribe como tu sabe tejerlos.
Mi enhorabuena por tu blog.
Un saludo.
Aunque vivo en un lugar donde el sol es permanente aliado, de vez en cuando, cuando llueve, también me asaltan pensamientos semejantes a los que has descrito.
La lluvia modifica pareceres.
Un abrazo mojado, goteando
Yo espero que nunca se te acaben los sueños.
Un fuerte abrazo.
Coincido con lo que te dice Virgen: los sueños solo se transforman.
A veces no basta cambiar de página. Hay que atreverse a cerrar el libro por completo.... y quizás más tarde regreses a leer el índice y haya recuerdos y ya no duelan.
No !!! los sueños no se acaban ... siempre vendra otro y otro y otro... pero siempre estaremos atentos de que algo magico ocurra y se cumplan...
Que hermosos recuerdos ... volvi a mi infancia cuando observaba detras de la ventana ... al lado de la chimenea, esa lluvia intermitente ... parece que siento el olor de esa tierra mojada... la lluvia nos trae melancolia... cuantos recuerdos hermosos y tambien en esos momentos acompañada de mis seres queridos que ya no estan planeabamos el futuro.... ese que por logica ... ellos jamas verian... y pasaron los años y ya no miro tras la ventana .... me olvide ... se me olvido como hacer para que esos momentos tan hermosos compartidos fueran eternos...
Un beso enorme Paula y gracias por recordarme ese tiempo donde todo era mas facil...
Olvido
me agrado que te gustara!!! si quieres puedes copiarla y ponerla en tu blog/// bueno si se te da escribir algo del amor
besos y cuidatee
Paula me ha escrito:
"...claro que no se acaban los sueños. El día que esto ocurra, el mundo dejará de girar sobre su eje. Ojalá no nos toque verlo..."
Y yo le comento:
La pena que tengo, Paula, es que el no verlo no me quita la pena, pensando en los herederos...
La esperanza: la confianza en que los herederos lo hagan mejor, y que la juventud reaccione ante tanta catástrofe (que ya verás, reaccionará. De hecho ya lo hacen).
Otra esperanza: que en un blog, cuando te diriges a alguien, éste conteste (como es tu caso y el de muchos otros) y los blogs no se conviertan, también, en meras exhibiciones personales que parecen destinadas, únicamente, a alimentar el ego de quienes los editan. Cada vez lo veo más, y es algo que me molesta razonablemente.
En fin: que es un placer saber que ante una actitud de respeto, uno sea correspondido. Creo que el respeto es la base y la clave para mantenernos vivos.
amo la lluvia, como tú ,se llena de recuerdos mágicos cuando llueve, de conversaciones en el auto, de lluvia en mis ojos, de un abrazo que ya no está (quizás nunca fue)
y los sueños no mueren, ya verás la próxima lluvia cuando limpie el cielo y el alma y borre el gris de algunos recuerdos y vuelvan a ser transparentes y claros
un abrazo!
te puedo linkear?
Javier, gracias por tus palabras y bienvenido. Un placer tenerte por aquí. En cuanto tenga un rato, te hago una visita
Detective, hasta con los comentarios me gusta como escribes. "la lluvia modifica pareceres" Cuanto se puede decir con cuatro palabras... Y gracias por el abrazo bajo la lluvia
Hugo, yo también lo espero. Y además, confío.
Horus, yo creo que hay sueños que directamente se rompen. Pero lo interesante es reconocerlo, y empezar a tejer nuevos...
Olvido, me alegra haberte traido esos recuerdos. Disfrútalos mientras dure la lluvia, y después, también.
Axel, cómo no...
Le mosquito, a mi me sigue pareciendo un honor que alguien comente lo que escribo, que alguien emplee su tiempo en decirme unas palabras. Lo mínimo que puedo hacer es responder. Respecto a lo que comentas de la herencia, ¿sabes? Al decir "ojalá no nos toque verlo..." no me refería a nosotros, a los que estamos aquí, sino a la humanidad en general. Ojalá a ninguna generación le toque ver cómo el planeta se desmorona. Aunque a veces, pierdo la esperanza
Lis, gracias por tus palabras, y por tu abrazo. Y claro que me puedes linkear, cómo no.
Mil gracias a todos por la visita, y por las palabras
Entendido y compartido, Paula.
hola niña....gracias por la visita desde tan lejos.
te aseguro que no eres la única a la que le gusta el Tamgo, así como yo adoro a Nina tambien.
besos, abrazos y ganas de verte de nuevo
La lluvia arrastra con la humedad y con su aroma a tierra mojada, un millón de recuerdos...
siempre busco la frescura de tu jardín.
precioso.
Divino como siempre Paula.
A mi me parece que escribes muy bien , da gusto leerte ...te enlazo:) kiss
Jotigliari, ya nos seguiremos visitando, cómo no
Bohemia, cierto, cuántos recuerdos arrastra la lluvia...
Gonzalo, gracias por tus palabras
Manolo, gracias a ti también
Mauricio, y a ti
Peggy, bienvenida, y muchas gracias por el enlace
vaya lluvia de comentarios!!!
un beso
El recuerdo de que llovió,me encantó tu blog, besos!!
jajaja si me acuerdo bien de emelie es de mis favoritas!!!, yo tambien recuerdo esas llamdas que cuando uno se despedia y se hiba uno deseaba volver a escuchar la voz de nuestro amor...
recuerdos nostalgicos...
saludos y besos
Ay la lluvia!,gotas de sueños y recuerdos en la memoria,ida y vuelta de tantas horas de añoranza que nunca acaba y asi de la mano por la vida y en nuestra historia.
Me encantó tu blog.
Un abrazo
Menta
espero que nunca... yo al menos trataré de seguir, hasta que se apague el sol!!!
¡Qué bien escribes! Te felicito.
Un fortísimo abrazo.
Vine a leerte... y sigue la lluvia...?
seguire refrescandome en ella.. que placer mas grande puede haber ..
Un beso enorme
Olvido
Maite, sí, parece que la lluvia es bien acogida...
Axel, es tan bonita Amelie...
Morena, Mentacalida, galafer, Caminante... ¡cuanta gente nueva!! bienvenidos y gracias por los comentarios
Olvido, ya ha dejado de llover
Un abrazo a todos
Vos ya sabés.
La lluvia hace estragois en el alma. Pero purifica, calma, refresca, desvanece duelos.
No dejes de mojarte nunca. Siempre es necesario humedecerse el alma un poco.
Un beso
A.-
Gracias Andy, de corazón
Un abrazo
Gracias por tus consejos y como estoy cambiando lentamemte te lo agradezco
y a ti gracias por tu visita, cielo
Un abrazo recien despertada
Los días de lluvia son tremendos para el recuerdo !
Precioso..:)
por cierto me encantó tu banner..prerafaelita?
Abracitos de alcachofa
gwynette, efectivamente, la cabecera es un fragmento de una obra de Waterhouse: "miranda y la tempestad", autor prerafaelista.
Gracias por tus abracitos de alcachofa, qué bien sientan...
Los días de lluvia nos suelen poner melancólicos, se nota bastante al escribir.
Pero también me gusta el olor a mojado y la sensación de pureza que flota en el aire.
Salu2:))
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