23 enero 2007

En la cuerda floja

En la cuerda floja

Llevo años caminando en la cuerda floja. En una cuerda que se tensa y se destensa según la voluntad desconocida de alguien cuyas risas a veces, creo escuchar excesivamente cerca de mi oido. Me giro sobresaltada. No hay nadie a mi alrededor. Ni en las calles, ni en la ciudad. Todo está vacío. Y el eco sigue en el aire.

En la cuerda floja, todo se balancea. Alguien me está acunando desde las alturas, pienso, y me dejo mecer mirando un cielo azul, claro y limpio mientras un sol tibio me acaricia las mejillas, y mis manos juegan a enredar los días y a desenredarlos.

A veces, la cuerda consigue tal quietud que la serenidad hace que parezca que piso tierra firme, como tantos otros, otros que miro absorta con sus promesas cumplidas y sus hipotecas a medio pagar, con la seguridad que proporciona el creer que conseguir objetivos es tener un lugar en la tierra. Entonces, yo misma procuro ingenuamente enraizar mis pies y sueño mientras puedo, que también conseguí ese lugar en la tierra y que esa falsa seguridad tiene pase permanente en mi vida.


Pero la quietud miente. Siempre, siempre miente. Nunca conocí una quietud que fuera auténtica, excepto la de las piedras que observan los monjes mientras esperan verlas crecer. Y nunca la quietud se atrevió a cruzar el umbral sin escolta. Con mirada altiva, viene la quietud con un ligero retroceso, y después con un profundo retroceso, y luego con un vértigo donde desfila la trayectoria de lo vivido con una zozobra que me recuerda insultante, que el tiempo ya no se mide en minutos, o en horas, o en años, sino en angustias vacías y en decisiones por tomar. En caminos errados, y en noches desveladas. Y en fugaces momentos que encendieron las antorchas que me dieron calor y alternativas. Es el preámbulo al disparo del arco, nuevamente manipulado por la voluntad desconocida, que me lanza a un nuevo mundo, sola, a ciegas y con el alma desnuda. Y la rueda vuelve a girar.

Después, el alma cimbreante debe ponerse en pie, y seguir. Y el equilibrio perdido, debe ser recuperado. Para seguir avanzando. Aunque los naúfragos ya saben que no han de volver en el barco que les escupió a la orilla, que el mar con sus abismos se ha convertido en un muro tan cruel como hipnótico, que los amaneceres serán el anuncio de que aún se puede continuar, y que, sin más, sin que nadie les tuviera en cuenta antes de estigmatizarlos, se han convertido en supervivientes.

En la cuerda floja.

No conozco otros pasos que los que tiemblan buscando certezas que saben que no pueden encontrar. No conozco más caminos que los que van revelando las rocas al desprenderse con el vaivén. No conozco otro fin en la andada que el de contemplar la belleza, y la exquisitez de la creación.

Ni más estrategias que el convertirme en una buena equilibrista

En la cuerda floja

Imagen: Equilibrista, 1998, de Luis Damotre Duribe

44 comentarios:

Le Mosquito dijo...

Es esa una cuerda común a todos, por ello, y cada vez que alguien se mueve, por poco que sea, en su longitud, siempre nos afectará. Otra cosa es la voluntad de quien la mueve, y su intencionalidad. Hay quien da tirones para hacernos caer. A veces, lo consiguen. El problema para quien juega a tensar y destensar esa cuerda comú, es que en algún momento la dejará sin cabos asidos. Entonces, será él quien caiga.
Gracias.

Anónimo dijo...

Eso es así, siempre, para todos. En el fondo tiene su encanto, piénsalo: nos deja ver la cara de todas las cosas, nos mantiene ágiles y despiertos... nos acompaña para, realmente,vivir.

Anónimo dijo...

NO hay cuerda floja, simplemente la vida es un viaje en tu caso navegas en un bajel bordeando la costa y tienes que tomar decisiones de como, con quién y adonde ...la llegada no es lo importante...lo importante es vivir el viaje y atesorar emociones y vivencias, soledades y silencios...y alguna que otra alegría...un beso.

Arcángel Mirón dijo...

Tal cual.

La quietud, cuando es dulce, es peligrosa.
Aunque a veces es necesario parar, detenerse, mirar, oler... a veces está bueno sentarse y relajarse. No podemos caminar todo el tiempo.

Pero coincido: no quiero quedarme tan quieta, que lleguen a tomarme por estatua.

Florecita dijo...

El equilibrio todo un gran tema de discusión... porque siempre, siempre... imperceptiblemente estamos en movimiento... adaptandónos, reacomodando cosas... viviendo...

Un abrazote!

Anónimo dijo...

Aunque a veces sea agotador, y parezca que no va a terminar nunca esa zozobra que no deja vivir, mirando hacia atrás nos damos cuenta de que sin ella, no habríamos crecido, y lo más importante, es que no habríamos "vivido". Así es que bienvenida sea esa "cuerda floja" que nos recuerda que estamos aquí.

Te acompaño

Mª Jesús

El detective amaestrado dijo...

El funambulismo tampoco fue nunca mi fuerte, aunque siempre me fascinó verlo en otros.
Como hoy, verte a tí ahí

Anónimo dijo...

Una manera de ver la vida, me has contagiado el vaiven increible en el que siempre estamos inmerso pasando los dias, años meses, conseguir el equilibrio? y a la vez poder mirar la belleza, y saltar a otras cuerdas... de eso puede tratarse .. puede..
besos paula-mares...
laonza

BETTINA dijo...

La cuerda floja tiene un principio y un fin. El tema es saber saltar hacia el final con la certeza de que allí se encontrará la seguridad, lo firme, lo duradero, lo permanente. Solo hay que tener ganas, porque su final está, existe. Anímate y salta. Tal vez dar el gran salto al vacío lleve también a tierra firme.Así podrás ver la cuerda floja desde abajo, pero con la cabeza bien alta.
Una abrazo

Paula dijo...

Mosquito, una vez más, tus comentarios hacen que reflexione. La idea de una cuerda común, donde el balanceo de uno afecta a todos, me parece, no solo real, sino alentadora. Incluso cabe la posibilidad de varias cuerdas, y de poder saltar de una a otra. Y enlazo con la teoría de las cuerdas de la física cuántica, aunque... quizá sea temprano para tales divagaciones. Gracias de corazón. Contigo no puede ser de otra manera

Lamima, claro que tiene su encanto, ese vaivén, ese mareillo, ese perder el equilibrio para intentarlo recuperar después...

Fernando, ¿por qué piensas que navego en un bajel bordeando la costa? Y no es por cabezonería, pero, sí, sí hay cuerda floja.

Arcángel, no creo que nos dejen detenernos mucho tiempo, al menos a mí, hasta ahora no me ha sido concedida la quietud, por suerte, todo hay que decirlo, porque lo más seguro es que a la quietud, le siga el estancamiento.

Florecita, la búsqueda del equilibrio puede llevarnos toda la vida ¿verdad?

Mª Jesús, supongo que también es una elección renunciar a las supuestas seguridades (aunque una parte de mí las siga buscando) y vivir en la cuerda floja, con todas las satisfacciones (además de los vaivenes) que suele traer. Como bien dices, a eso lo llamamos vivir...

Detective, aún recuerdo a un trapecista caminar descalzo con un palo enorme entre sus manos desde una de las torres del Pilar hasta la torre de LaSeo cuando era adolescente. En el silencio de la plaza repleta de gente, estoy segura de que se podía escuchar el latido de mi corazón...

Laonza, la idea de saludar a otros en otras cuerdas, me fascina, incluso de poder saltar a otra

Bettina, también me gusta la idea del principio y del fin, y sobre todo, la del salto al vacío que llega a tierra firme. La imagen me parece preciosa.

gracias por vuestras aportaciones

Pacita dijo...

Yo estoy segura mi querida Paula que la decada de los 30 es un proceso de CUERDA FLOJA ABSOLUTO.
Ayer estaba en el mar y me acordè mucho de ti y aparte di un paseo en lancha con mi hijo y tuve un SUSTO horrible el cual tratè de disimular tomando apretadamente su mano , esa lancha en la que me gustaba andar cuando era chica ahora me da Miedo y solo querìa poner los pies en la arena.
Estamos en la cuerda floja .
Mil cariños

Anónimo dijo...

Todos somos un poco funambulistas, nos movemos por la vida aguantando el equilibrio.

saluditos

Recursos para tu blog - Ferip - dijo...

Qué texto, Pau...
Cada oración es un andamio, colocado precisamente , con aparente provisoriedad...pero tan bien colocado...
Y la estructura crece, en contenido, en emoción, en justeza...

Veo el texto.
Te veo a vos.
La imagen...perfecta.
Veo el conjunto, cierro los ojos...Veo la cuerda....

Sabías que caminamos por simple "desequilibrio"? Al colocar un pie adelante...el cuerpo "desequilibra" y va hacia el frente...Se entendió? :)

VA HACIA AL FRENTE...Y CAMINÁS...

Un abrazo! Excelente, te lo mencioné? Excelente....

Javier López Clemente dijo...

La cuerda floja nunca me recuerda a los funambulistas. Me recuerda a la comba de verbena, verbena la casa se te quema...
Todos estamos alguna vez en la cuerda floja, entonces, lo mejor es saltar a la comba.

Salu2 Córneos.

Anónimo dijo...

Te decía lo de recorrer el mar bordeando la costa porque es la manera de conocer más cosas...y si para ti la vida tiene que ver con los equilibristas yo voy más lejos aún cayendote siempre hay que seguir porque todo te enseña...un beso.

Anónimo dijo...

Vivo en una cuerda floja, me gusta vivir asi perder a veces el equilibrio y recuperarlo...

gracias por tus palabras en mi blog

maite dijo...

yo siempre con red, amortiguar el desequilibrio con unos rebotes, y...hale hop!!! vuelta a la cuerda.
guapisima un besazo

Leo Zelada dijo...

Hola,

Veo en tus ùltimos post una superaciòn en tus textos literarios.

Anónimo dijo...

Mientras esa cuerda no te rodee el cuello, todo perfecto.
Un beso.

Palita dijo...

Nunca lo había pensado así...A medida que iba leyendo, me sentía más en la cuerda floja, creo que hasta casi me caigo de la silla!!

Me pareció genial, excelente! Me hiciste pensar y sentir...

Un beso grande de otra PAula...de Argentina.

Isabel Barceló Chico dijo...

Una estrategia inteligente esa de convertirse en buen equilibrista. Me ha gustado mucho tu texto,lleno de matices y de reflexiones muy visuales, como la del naúfrago. Un abrazo.

Anónimo dijo...

cuerdas extrañas, cuerdas lastimosas y superables, geniales letras!

Mauricio dijo...

Hermoso texto Paula!!!

Me dan gana de hacer un collage sobre el tema...

Gracias.

Anónimo dijo...

Si en algún momento temieras caer, agárrate a mis palabras, que son de
Amor

Gubia dijo...

Todos en un momento de nuestra vida caminamos por la cuerda floja, lo importante es no dar un resbalón, pero estoy segura de que te afianzarás bien para que eso no ocurra. Un abrazo.

Clarice Baricco dijo...

Siempre me dejas callada, guardando silencio, en la quietud de tus letras.
Identificada.

Abrazos cariñosos.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

equilibrista, malabarista, bateleur, como el mago en el tarot.

Anónimo dijo...

La vida termina siendo un gran circo, y a mí, particularmente, lo que más me gusta del circo son los equilibristas y al final cuando todos aplauden parados.

Un abrazo!!!

Florecita dijo...

Hola Paulita... pues bien, cuando hice mi formación fue todo un tema el equilibrio/desequilibrio, porque es cierto que al caminar vamos por el aire, levemente, al correr queremos volar y de hecho hay un pequeño momento de vuelo en la corrida... pero nunca, nunca estamos en completa quietud... es una paradoja... como la vida... un abrazo desde mi media isla...

memento dijo...

La vida es dinamismo e incertidumbre. Por cierto, sólo por curiosidad: ¿escribes directamente a ordenador?

Unknown dijo...

No conozco otros pasos que los que tiemblan buscando certezas que saben que no pueden encontrar. No conozco más caminos que los que van revelando las rocas al desprenderse con el vaivén. No conozco otro fin en la andada que el de contemplar la belleza, y la exquisitez de la creación

No estás en la cuerda floja... estás donde tienes que estar...

Puede que la cuerda sólo esté en tu cabeza...

Simplemente, da un saltito y llegarás al suelo...

Un saludo...

Francisco Ortiz dijo...

Pero ¿no será que vivimos siempre en la cuerda floja, aun cuando creemos caminar sobre tierra firme?

Seoman dijo...

La vida es una cuerda que el apoyo de las personas queridas consiguen equilibrar. Disfrutemos de la vida

Paula dijo...

Pacita, yo creo que la vida en general es un proceso en la cuerda floja. Quiza lo que nos diferencia es la toma de conciencia de este proceso...

Capitan Ahab, todos somos funambulistas. Todos

Ferípula, me gusta mucho esa idea del andar desequilibrado para equilibrarnos. La voy a madurar un poco...

Javier, y ni te cuento lo que me ha gustado la idea verbenera de saltar a la comba... Y a tres bajo cero que estamos ¿te fijaste?

Fernando, ahora entiendo, era otra metáfora de la vida... Y claro, tienes razón, hay momentos para ir navegando tranquilamente bordeando la costa, aunque creo que no es ese el momento que vivo ahora. Otro beso

Soleil, es bonito luchar por recuperar el equilibrio ¿verdad?

Maite... ¿y dónde conseguiste la red?

Paula dijo...

Leo, gracias

Simpulso, y que lo digas...

Palita, por dios, no te caigas de la silla...

Isabel, a ver que remedio nos queda que buscar estrategias...

Persio, cuerdas superables... ¿cómo?

Mauricio, espero ver pronto ese collage, será una maravilla, como todos

Amor, ¿y cómo se agarra uno a las palabras?

Paula dijo...

Gubia, yo creo que siempre caminamos en la cuerda floja, por muy seguros que sean nuestros pasos

Claricce, gracias por esos abrazos. Y por ese silencio, que tanto dice

Gonzalo, como el mago, con el que empiezan todas las cosas

Artemís... ¿pero la vida no es una tómbola, de luz y de color? Aunque tienes razón, la vida es un cabaret, y a veces, una caja de bombones.

Florecita, nunca estamos parados,nunca, es cierto

Memento, escribo directamente al ordenador. Llevo siempre conmigo un cuaderno, por si se me ocurre algo, una frase, una imagen. Pero el texto, siempre al ordenador.

Delokos, ¿pero dónde está el suelo que no lo veo?

Francisco, eso es, siempre vivimos en la cuerda floja

Seoman, disfrutemos de la vida, y del balanceo

un abrazo a todos todos

maite dijo...

hola paula, la red que me fabrico muchas veces parece no estar, pero es porque no la veo, pero siempre está(de momento). Como tu me dijiste no hace mucho no podemos permitirnos caer del todo, no???

un beso

Susy dijo...

En esa cuerda bailamos todos aunque... tal como tu la vives, me pido para mí, la tuya.

Un fuerte abrazo.

historia dijo...

¿quien es del todo equilibrado?........todos tambaleamos alguna vez.....y de eso se trata la vida....vivir en la cuerda floja, tratar de equilibrarnos,..... pero nos volvemos a caer...y ahí está la gracia, de volver a levantarse......y volver a caer......

saludos, (por primera vez).....

Artic dijo...

Estoy seguro de que lograrás equilibrarte en esa cuerda. A veces nos empeñamos en verlo todo negro y en hacer las cosas complicadas, pero todo es tan sencillo como uno quiera verlo.

Un abrazo,

Hugo Denis.

Anónimo dijo...

Amiga
Con nuestros ojos podemos ver solo una cuerda, cuando nos miramos en el silencio de nuestra meditación y nos encontramos con nuestro verdadero Ser, podemos ver miles y miles de cuerdas esperando que tu le ordenes ser una realidad, sueña y visualiza lo mejor, esa es la cuerda que se presentará.

Te abrazo y gracias por tus palabras en mi casa,no estaba en casa perdona por la demora en visitarte.

Toda la luz del mundo para ti, se feliz.

Alexis Coald

Paula dijo...

Maite, la red somos nosotras mismas, ¿verdad? Un besazo, guapa

Susy, si vienes a mi cuerda podemos hacer un número de equilibrio bien bonito... ¿te animas?

Historia, bienvenida. Un placer tenerte por aquí, balanceándonos

Sincronie... ¿dónde he dicho yo que lo vea todo negro?

Alexis Coald... hay infinitas cuerdas, pero todas, tarde o temprano, se balancean, ya que es su naturaleza. Mil gracias, por el abrazo, y por la luz

Patus dijo...

PAULA efectivamente estamos en una cuerda floja pero como dice Maite hay red y esa red somos nosotros mismos en parte y también las manos tendidas de los que están dispuestos a sostenernos. Y hay más manos de lo que uno cree.
Un abrazo y una mano tendida

Paula dijo...

Ay patus, mil gracias por tu abrazo

y por tu mano tendida