13 febrero 2007

Paracaidistas

Me gustan los paracaidistas porque vienen del cielo

y traen arneses a los que agarrarse.

Me gustan porque casi casi vuelan, y porque parecen acostumbrarse a saltar al vacío. Y no les paraliza el desconocer si habrá tierra mullida o una roca dura bajo sus pies. Porque un día superaron su miedo ancestral y confiaron en la anilla que iba a concederles la danza mágica de dorado celeste al atardecer.

Desconozco si en el descenso, al contemplar la creación, llorarán emocionados, o simplemente se dejarán mecer por las nubes. Y si algún ser querido, de los que ya emprendieron el vuelo, les recordará en un susurro que algún día también podrán prescindir del paracaídas para surcar el cielo. Desconozco su impulso, y el motor que los hace tan intrépidos. Pero aplaudo sus ganas, sus risas locas y su miradas perdidas en el horizonte al tocar tierra otra vez.

He visto paracaidistas que se acercan envueltos en guirnaldas de flores de las cumbres de donde nace la lluvia. Y son porteadores de las botellas con los mensajes que aquella vez lanzamos al mar. No sé si llevarán también la mía, y lo cierto es que no me importa. He visto como en el descenso descorchaban nuestra esperanza y se la bebían a tragos. Brindemos entonces por las nuevas palabras, renacidas, que cantaran los coros invisibles del cielo, una vez que hayan aprendido nuestras letras.

Me gustan los paracaidistas, porque tienen perspectiva. Y una visión panorámica de lo que les aguarda. Y pueden disfrutar viendo la tierra reseca al recibir ansiosa el fruto de las nubes que ha de nutrirla. Y los ríos cuando manan, y el estruendo del deshielo. Y como compañeros de viaje cuentan con las águilas y su libertad. Y si saltan en grupo forman círculos y parece que danzan. Se dan la mano, y se deslizan por las corrientes. Y no dejo de preguntarme cómo pueden tener tanta y tanta confianza en el salto. Y qué sentirán cuando el viento sostenga la planta de sus pies. Y si tuvieron que pedir, en algún sitio, permiso para aterrizar.

Me gustan los paracaidistas, porque se dejan caer.

Y traen entre sus pestañas las visiones de lo que ha de venir.



Ha aparecido un arco iris lejos, allá lejos, ¿puedes verlo?

Imagen: Oberon, de George Baselitz

45 comentarios:

Motarile dijo...

Bona nit!

Recien salidito del horno.

En mi opinión los paracaidistas sintetizan el sueño de Icaro. El deseo de volar negado. Pero soy demasiado esceptico para pensar que vuelan. Caen. Yo creo que caen y caen...
Hay que tener valor para dejarse caer.

Yo una vez quise ser paracaidista.
Ptons.

Susy dijo...

Si, puedo verlo.
Hoy mismo ví en la tele como a un paracaidista que se autofilmaba, no se le abrieron ninguno de los dos paracaídas y salió, por caer sobre unos matojos, casi bien.
En camilla.
Suerte tuvo de no caer en tierra.
Seguro que fué el arco iris, entre sus pestañas, el que lo salvó.

Un abrazo.

Florecita dijo...

Yo también los amo, porque andan volando por ahí de un modo diferente, jugando entre las nubes y las gotas de agua y la luz

Besos

Danelí dijo...

He leido paracaidistas y no he podido dejar de pensar en "Altazor" (el viaje en paracídas) de Vicente Huidobro, es una metáfora sobre la caída [te lo recomiendo].

Un beso Paula, y un abrazo para continuar con la rehabilitación =)

El detective amaestrado dijo...

Algunas veces, me han dicho, que traen lunas de miel bajo el brazo...

Le Mosquito dijo...

¿Y tú me preguntas quién es paracaidista?
Paracaidista, eres tú.

Anónimo dijo...

Me gusta saltar al vacio.....

besitos

Anónimo dijo...

Se dejan caer, y disfrutan con ello: lo viven. Abren bien los ojos para abarcar todo lo que les pasa.
Y si surgen problemas giran, tiran de la anilla..se esfuerzan por aterrizar en donde no les pase nada.

Gubia dijo...

Me da envidia esa capacidad para lanzarse al vacio, yo tengo vértigo y siempre ando con los pies en la tierra pero soñando mucho para compensar.

Clarice Baricco dijo...

Me gusta lo que te gusta, lo que de momento olvido y me lo recuerdas.
Si, los paracaidistas son hermosos a través de tus ojos.
Veo un arcoiris de esperanza.

Te abrazo soleadamente...

Anónimo dijo...

paula, una vez estando de vacaciones en unas islas cerca de thailandia, estuve sobrevolando en una especie de paracaidas sujeto a una lancha motora, toda la costa, fue prcioso, no da sensación de vacio ni miedo, te sientes como un pajaro, y ves el mar , las palmeras...los turistas..es precioso, es algo que os recomiendo, os gustará.

Arcángel Mirón dijo...

A mí me gusta cómo lo contás.

axel dijo...

bonito tu poema de paracaidista... muy emotivo, y me encanto esa parte donde dices que ellos ven las cosas desde diferente perspectiva desde haya arriba

y el de rehabilitacion... me quedo como anillo al dedo... estupendo (oye me dajarias poner unos pedazitos de el en mi blog?? claro que con tu nombre..)

espero me des permiso un abrazo y cuidate haya en zaragoza... dime eres periodista o algo asi??

besos

pazzos dijo...

Tu texto da vértigo. Has llegado muy alto.

Te mando otro abrazo. (Ya puestos a abusar)

Paula dijo...

Motarile, yo todavía quiero ser una paracaidista...

Susy, es una maravilla, esto de los arcoiris que nos salvan de los batacazos

Florecita, lo cierto es que son adorables, ¿verdad?

Daneli, no conozco el libro, pero me lo apunto. Me parece de lo más seductor...

Detective... ¿también caen de noche? Esto sí que no lo sabía yo...

Paula dijo...

Le mosquito... ay, ya me gustaría ser paracaidista, chiquillo, aunque fuera sólo por una vez

Hôichi, yo le estoy cogiendo gusto a esto de saltar al vacío, qué quieres que te diga...

Lamima, me gusta esa estrategia para la caída, suena muy bien

Gubia, pues yo el vértigo lo estoy venciendo, creo que es simplemente cuestión de atreverse...

Claricce, ese abrazo soleado es toda una delicia

Paula dijo...

María, en cuanto pueda me apunto. Ya te contaré

Arcángel, gracias.

Axel, no soy periodista, qué va. Y claro que sí, claro que tienes permiso. Y un abrazo.

Pazzos, que no es abuso, que me vienen muy bien...

Anónimo dijo...

Eso, eso,se dejan caer.. confiados en que puede que el aterrizaje sea sueve como una pluma o fuerte , de emergencia COMO eL de un avión pesado...
besos paula y abrazos a granel!!
LAONZA

BETTINA dijo...

Hace muchos años, me lancé en paracaídas en tandem, es decir, enganchada de un paracaidista profesional. No lo sé, tiene muchas lecturas mi salto. En ese momento la vida mía no tenía sentido. No tuve miedo, de hecho aguanté todo lo que pude la caída libre. y yo si volé. Volé literalmente, me sentí libre, me sentí parte del aire. Apercié solo por un instante el valor de la vida.
Ya no lo volvería a hacer. Hoy no me quiero arriesgar a perder la vida. Hoy vuelo sobre tierra firme. Ya no me tengo que probar nada. Hoy valoro la vida.

RAIKO dijo...

Querida Paula, saltar al vacío es todo un reto, que puede dar mucho vértigo y también producir un placer infinito. Un abrazo.

Anónimo dijo...

Me parece que estas trayendo un soplo de alegría y esperanza...hoy Paula pareces la primavera...besos, todavía desde el lado oscuro.

Unknown dijo...

Me gustaría sentir la sensación del descenso antes de abrir el paracaídas... esa tiene que ser la emoción más fuerte... la sensación de la caída libre...

Pero no me atrevo... ni creo que lo haga...

Un saludo...

Anónimo dijo...

...es un deseo latente hace mucho tiempo en mi lanzarme en paracaidas, quizás ... cuando consiga tener "tanta y tanta confianza en el salto"... quizás hasta te lleve conmigo.

Isabel Barceló Chico dijo...

Bellísimo texto, paula. El paracaidismo es lo más parecido a volar... no obstante lo que ven desde aire, es preciso saber ver. Besos y hasta pronto.

Paula dijo...

Laonza, abrazos a granel... madre mía

Bettina, quizá no todos los que se tiran lo hagan para probarse algo. A lo mejor lo hacen para disfrutar, simplemente...

Fernando, y que lo digas...

Delokos, pues yo creo que en algún momento sí voy a atreverme. Ya te contaré.

Anónimo, quizás hasta tengas nombre.

Isabel Romana, gracias por tus palabras, siempre es un honor tenerte por aquí

Anónimo dijo...

Dar ese salto al vacío incierto para ampliar una perspectiva casi y muy sentimental, mientras caen con el movimiento de una cuna.
Debe ser una experiencia extraordinaria, genial el texto.
Un abrazo!

nomesploraria dijo...

Paula, que hermoso texto.
Te mando besos caidos del cielo.

Me marcho, que me persigue tu gato.

Anónimo dijo...

Me gustan los paracaidsitas porque caen y caen, pero hasta un límite claro: el suelo (no llegan al infierno). Me gusta la gente como tú, capaz de exponer los misterios de los paracaidistas sin haberlos vivido: con realismo documental e imaginación.

Gonzalo Villar Bordones dijo...

amiga. eres como un sueño. un ser de trenes y paracaídas. ahora nos imagino a ambos en Marruecos, buscando un pozo, una sombra, un océano donde nadar.

Mauricio dijo...

Gracias Paula por lo del cumple!!!!


42 añitos con cuerpo de 41...

Anónimo dijo...

Hermosas lineas para acompañar este café de sobremesa.
Abrazos ingravidos desde las nubes...

Alyxandria Faderland dijo...

Hola! Ando visitando al casting virtual de la historia de Isabel, y tu post me recuerda que en las vacaciones del año pasado andaba mas que loca de ganas de hacer parapente. Habia practicado ejercicios de flexibilidad, elongacion y demas, solo que una propone y el clima dispone. Frio, viento, lluvia y nubes de tormenta fueron mi destino, y en 10 dias no hubo forma de lograrlo. No yo, no se vio ningun parapente, el dia mas despejado subimos los 2300 mts. de altura de un cerro hasta el puesto y el instructor me miro como si estuviera 'colocada'. Es apenas una nube, le decia yo.
"Oiga señora, ya ha visto la nube por dentro. Que quiere ahora, que saltemos y pro no ver nada al caer me desvirgue una antena (satelital, tipo disco por aqui) de Direct TV???

Vestal dijo...

Nunca habia pensado así en los paracaidsitas...
y es cierto tienen muchas ventajas en relacion a los que siempre miramos hacia arriba o hacia la lado y muy pocas veces tenemos la posibilidad de mirar desde arriba con perspectiva y con libertad.

AnaR dijo...

...Y ven el mundo, por un instante pequeño, pequeño, casi diminuto .Crece , se agranda al acercarse y van hacia un punto, suave, suave...

Preciosa prosa. Te felicito.

Saludos

gaia56 dijo...

Pues a mi el sueño de Ícaro lo veo más en el volar libremente que en el vuelo en caída de los paracaídistas que caen y no en caída libre que no es poco.
De cualquier forma ¡que buen post!
y por cierto gracias por el arco iris.

gaia56 dijo...

Pues a mi el sueño de Ícaro lo veo más en el volar libremente que en el vuelo en caída de los paracaídistas que caen y no en caída libre que no es poco.
De cualquier forma ¡que buen post!
y por cierto gracias por el arco iris.

galafer dijo...

saltar al vacío.. a veces hace falta. todos deberíamos ser un poco paracaidistas!!!

Paula dijo...

Artemís, no sé como has conseguido llegar desde un paracaidas a una cuna, pero lo cierto es que me rechifla la idea

Nomesploraria, algo le habrás hecho al gato...

Lumons, los días en que hablo de los paracaidistas sin conocer la experiencia, creo que están contados...

Gonzalo, me has recordado al cuento del principito, buscando un pozo...

Mauricio, 42 añitos, como 42 soles. Vamos, un primor

Paula dijo...

Itoitz, me pasé por tu blog y me encantó. Volveré.

Lady Zurikat, jajajajajajajajaja

Pao, de todas formas, me queda dar el salto, y contarlo. Supongo que en algo, cambiará la historia. Ya veremos...

Ana R., gracias por tus palabras

Gaia, ¿gracias por el arco iris? Pero si está ahí para que juguemos al tobogán...

Galafer, tienes razón, es un oficio que todos deberíamos aprender.

Jedog dijo...

Paula, yo fui, o soy (nunca dejas de serlo) un paracaidista....una sensacion inolvidable...Puedes imaginar el silencio allá arriba cuando se abre la cúpula?....indescriptible..la caida libre?...a prueba de todo...Si puedes, hazlo!.. hay tandem,,es decir, con un guía.

jeg

Diana entrebrochasypaletas dijo...

Así es, me estoy imaginando un arco iris inmenso y bien precioso.

Aunque lo de los paracaidistas con mi vértigo, uff :***

Jabi.- dijo...

La finito y lo infinito se mezclan en esa eterna e inolvidable caida.

Lis dijo...

qué lindo amiga!!

me encanta que veas más allá del horizonte, m encanta mires hacia arriba, me encanta que compartas lo que ves, así yo aprendo, así yo también miro...

un abrazo gigante!

Paula dijo...

mil gracias guapa, cuanto me alegro de que hayas vuelto...

Anónimo dijo...

Yo soy paracaidista, y no temo morir, tampoco soy arriesgado, adoro la vida, sobre todo ver la vida desde el aire, la sensacion de estar solo arriba, te deja sin aliento, se siente la verdadera libertad, se escucha realmente el silencio, sueño saltando en paracaidas, mi vida gira en torno a ello, espero que todos puedan hacerlo, no deseo otra cosa que seguir saltando.