20 enero 2008

Esto está muerto, cariño

La canción que el viento silba de noche
nunca escalará la listas de éxitos:
llegar para marcharse en el aire
siempre es un fracaso
Jesús Jiménez


Cae el tiempo sobre nosotros
como los bloques de hielo
que rompen la tierra

Ahora hay que programarlo todo
hacer hueco en la agenda.
Concretar la manera, el día, el lugar
y confiar en que no surgirán imprevistos

Nos absorbe la vida, o quizá la muerte
con un tornado que no vimos llegar

Ya no recorremos las calles
en aquel coche viejo
a las tres de la mañana
con las ventanillas abiertas
y la música ensordeciendo el corazón
Nos tragábamos la ciudad (¿recuerdas?)
el ron y las salivas sin darnos cuenta
de que siempre hay una grúa
dispuesta a cambiar el pavimento

Me pregunto dónde perdimos
la improvisación
Dónde nos abandonó lo espontáneo
lo que surgía sin más

Hoy pedimos permiso al pasado
para podernos mirar a la cara
Escuchamos el ronco lamento
de las heridas que nos gobiernan
y cuestionamos el presente a su trasluz

¿Cómo pudimos dejarnos vencer así?

¿Cómo?



Imagen: R.MAGRITTE. Eternidad.1935.

12 comentarios:

entrenomadas dijo...

Excelente poema!!

Elías dijo...

Hola Paula. Hace mucho que no te comento, aunque no he dejado de leerte nunca.

No sé si has leído "La lentitud" de Milan Kundera; te lo recomiendo. Tiene que ver con lo que tú has escrito y es una buena reflexión frente al ritmo que han tomado nuestras vidas.

Por otra parte, como sé que te gusta el arte y la poesía en particular te voy a recomendar a un chaval argentino de 18 años que he descubierto hoy mismo y que creo que tiene mucho talento. Tiene varios blogs. En particular échale un vistazo a este:

http://despuesdeauschwitz.blogspot.com/

espero que te guste.

1 beso.

el_Vania dijo...

En ocasiones la espita del gas se va cerrando poco a poco... y en el momento en el que el calor resulta insuficiente, es cuando ambas partes se dan cuenta de la conveniencia de una revisión de toda la instalación...
Ya sabes a que me refiero.
Pero si hay voluntad de enmienda... donde hubo fuego, siempre permanecen brasas.
Salud/OS!

Le Mosquito dijo...

Hoy pedimos permiso al pasado
para podernos mirar a la cara


Y después de mirarnos, nos lavamos para eliminar las pruebas. Tan cobardes somos.

Anónimo dijo...

buenas preguntas, pero mejor no saber la respuesta

D. Herque dijo...

Hoy escuchaba un antiguo CD de Cat Stevens (“Teaser & the firecat) y encontré tu poema que…encajaría con la voz y la música del viejo Cat.

No se que kilometraje alcanza la letanía de “como-s” que genera cada vida…ni la de “recuerdas…” pero me hubiera gustado “ingerir-digerir-excretar” mas ciudad en ese viejo coche (y mira que no soy muy amigo de las “latas”)…aunque no se para que pienso, frente al espejo, que decirte cuando no se mirar mas allá de un pasado y no se donde esta la tierra que prometió ser dura a pesar de los roncos lamentos.

Tú y Cat:

“Morning has broken
like the first morning
...”

...tú y Cat...vaya par.

RAIKO dijo...

El eterno desequilibrio entre la cruda realidad y la etérea sentimentalidad... Abrazos

Javier López Clemente dijo...

Paula... debería buscar esa creatividad abandonada a la desidia para estar a la altura en esta zona de comentarios que me aleja de la bitácora, me aleja, me lleva hasta un cuadrado blanco sobre los granates novedosos de tu casa. El nuevo color del blog me recuerda tus ventanas.

Exquisito poema, ¿será verdad que la pintura te ha devuelto el don de la palabra?

Salu2 Córneos y entre tapas te pienso.

Fernandina dijo...

Todo, hasta el amor es eterno mientras dura.

Un abrazo, finito.

Gubia dijo...

Tienes toda la razón, ya nada se improvisa, todo está tan planeado en nuestras vidas que asusta y dá un poco de pena. Espero que surgan alguna sopresa, es de agradecer de vez en cuando. Un abrazo.

Lamia dijo...

Querida Paula, siempre es una gozada leerte. Pero es verdad que a veces uno se plantea como de aquél lejano fuego llegamos a unas brasas a duras penas mantenidas.

Le Mosquito dijo...

Me pregunto dónde perdimos
la improvisación
Dónde nos abandonó lo espontáneo
lo que surgía sin más


¿Te das cuenta...?
Por estos, y por muchos versos más, es por lo que te echamos de menos.