26 abril 2008

Dónde ir

Salimos del infierno y a veces lo añoramos
Juan Bonilla

Dónde ir, dime, dónde
cuando todo es desierto
y ciegos procuramos sombras

No contengo tu mundo
y sin embargo
me habitas





Imagen: M. ROTHKO. N-5. 1950.

21 comentarios:

Expediente X dijo...

Bonito Expediente X,
dónde ir,
ni tan siquiera cómo ir,
primero el lugar a descubrir...
si quieres más misterios,
Paula, vente conmigo a reunir.

Besos de Javi, a dónde ir, a Paula, claro, je, je.

Anónimo dijo...

pocas palabras para decir mucho.
me gusta cuando ésto pasa, cuando lo simple es trascendental.

abrazos!

Javier López Clemente dijo...

En fin Paula, me acerco a la zona de comentarios para escribir una excusa, te cuento:
Un buen lugar dónde ir son los versos de Juan Bonilla y en La Curvatura de la Córnea tengo un viaje que lleva hacia
el sueño de Maiakovski.

Salu2 Córneos.

el_Vania dijo...

No sabría qué decir...
podrá sonar pueril...
pero osaré a responder...
"Hasta el infinito y más allá"!!

Salud/OS!

Anónimo dijo...

la gran pregunta que todos nos hacemos, pero que con los años pienso que es mejor no despejar

besotes

RAIKO dijo...

¿Y por qué ir a algún sitio? Igual permanecer es la respuesta... igual, cuando abandonas el infierno, echas de menos el calor acogedor en un cielo azul y frío. Igual la sed que sacia el agua de un oasis te quema más el alma que el calor del desierto. Besos.

Anónimo dijo...

Siempre en el desierto, buscando mucho, encuentras un oasis.

Breo Tosar dijo...

Sublime el cuadro de Rothko.
Grande.
Muy grande.

CaTpRiNcE dijo...

Lo bueno si es breve dos veces bueno...


Un saludo!!!

Isabel Barceló Chico dijo...

Me has dejado sin respiración. Abrazos.

Peregrino dijo...

Como tu mar, tampoco tenia sueño, pasé por aquí y agradezco profundamente el descanso que diste a mis ojos...

El Secreto Del Mundo dijo...

Que lindas palabras...
cuando todo es desierto...
tu me esperarás.... aunque no sepas de donde vengo, ni quien soy...
Me encantó leerte
Besos

La Sacerdotisa de San Telmo dijo...

muy buen blog
la verdad, muy bonito
te mando un abrazo

Anónimo dijo...

Hay poemas que son de “todos” aun cuando pertenecen ¿solo? a esas manos que han enhebrado sus palabras…y, este, es uno de ellos.

Es un regalo, una ofrenda, un silencio que habla en voz baja buscando ser escuchado por todos…por una sola persona…por el gato que ronronea sobre tus rodillas. Es un poema que derrota a la soledad, que deja atrás el fastidio salado de las horas que nunca se apagaban.

Porque habitar-te debe ser ronronear siete vidas a la luna.

Un beso.

Víctor González dijo...

Salpicando los procelosos mares, existen islas como esta.
Preciosa isla, preciosa.

memento dijo...

Planchado me he quedado. Muchos besos, y un millón de flores.

Gerardo Omaña Márquez dijo...

El aroma enigmático de una rosa
trae el sutil claror de un espejismo,
de un dolor, de un beso, de una ausencia.

De lo que pudo haber sido y no fue
del sueño que nos llega
del sueño que se va

Del recuerdo clavado en la memoria,
de lo intenso,
de lo triste
de la gloria.

Besos para tu alma.

Anónimo dijo...

Precioso el poema de Juan Bonilla, junto a la luminosidad del "clásico" de Rothko.
¡Abrazos!

Fernando dijo...

nunca hay salvación...sólo nos queda la noche...besos.

El Doctor dijo...

Pero que buen blog.La magia rezuma por todas partes.Magnífico.

Saludos.

ka dijo...

breve pero profundo!!!
paseaba entre blogs...saludos!!